Normativa de ruido de motos deportivas: ¿qué dice la ley?

El ruido de las motos deportivas es un tema que genera controversia y debate entre los amantes de las dos ruedas y los residentes de las ciudades. Mientras que algunos consideran que el ruido de estas motos es una parte esencial de la experiencia de conducción, otros lo ven como una molestia y una forma de contaminación acústica. En este artículo, exploraremos qué dice la normativa sobre el ruido de las motos deportivas y qué medidas se están tomando para controlarlo.

Índice

¿Qué decibelios están permitidos en una moto?

Según el Reglamento General de Circulación, los vehículos no pueden circular si emiten niveles de ruido superiores a los límites establecidos por las normas específicas. En el caso de las motos deportivas, el mal estado del tubo de escape o del silenciador puede hacer que emitan más decibelios de los permitidos.

La normativa establece que los ayuntamientos tienen la responsabilidad de aprobar ordenanzas relacionadas con el ruido de los vehículos y de sancionar a sus propietarios si se exceden los límites establecidos. Por lo tanto, es importante que los propietarios de motos deportivas se aseguren de que sus vehículos cumplen con la normativa vigente en su localidad.

Normativa en Barcelona

El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha una campaña de sensibilización sobre el ruido de las motos deportivas. Durante esta semana, se están realizando controles de medición de ruido en diferentes zonas de la ciudad para comprobar que los vehículos cumplen con los niveles permitidos.

Según la ordenanza de medio ambiente del Ayuntamiento de Barcelona, el valor límite del nivel de emisión sonora de un vehículo se obtiene sumando 4 decibelios a la cifra que consta en la ficha de homologación. Por ejemplo, si un vehículo certifica una rumorosidad de 86 dB, podrá circular siempre y cuando el sonómetro no exceda los 90 dB.

En el caso de las motos deportivas, el nivel máximo de ruido permitido es de 91 dB. Si una moto supera este límite, su propietario deberá sustituir el tubo de escape o el silenciador por un dispositivo homologado antes de poder circular por la ciudad.

Medidas para reducir el ruido

Reducir el ruido de las motos deportivas es un desafío complejo, ya que está relacionado con el diseño y el rendimiento del vehículo. Sin embargo, existen medidas que se pueden tomar para controlar y reducir el ruido generado por estas motos.

Una de las medidas más efectivas es asegurarse de que el tubo de escape y el silenciador estén en buen estado y cumplan con las normas de homologación. Además, es importante que los propietarios de motos deportivas realicen un mantenimiento regular de sus vehículos para garantizar un funcionamiento óptimo.

Por otro lado, los ayuntamientos están implementando pavimentación con materiales específicos para reducir el ruido de la rodadura de los vehículos. Estos materiales son capaces de absorber parte del ruido producido por las motos deportivas, disminuyendo así la contaminación acústica en las ciudades.

El ruido de las motos deportivas es un tema controvertido que ha llevado a la implementación de normativas y medidas para controlarlo. Es responsabilidad de los propietarios de motos deportivas cumplir con la normativa vigente y asegurarse de que sus vehículos no excedan los límites de ruido establecidos.

Además, es importante que los ayuntamientos continúen promoviendo campañas de sensibilización y llevando a cabo controles de medición de ruido para garantizar que se cumpla con la normativa y se reduzca la contaminación acústica en las ciudades.

En definitiva, el ruido de las motos deportivas es un aspecto importante a tener en cuenta para garantizar una convivencia armoniosa entre los amantes de las dos ruedas y los residentes de las ciudades.

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